Romeo y Julieta
Oh, aquí pondré mi descanso eterno y sacudiré el yugo de las estrellas enemigas quitándolo de esta carne harta del mundo. Ojos, mirad por última vez, brazos, dad vuestro último abrazo, y vosotros, labios, puertas del aliento, sellad con legítimo beso una confesión sin término a la muerte rapaz. Así, con un beso, muero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario