La joven Jane Austen.
-No digas nada, ni pienses, solo ámame. ¿Tú me amas?
+ Sí. Pero si nuestro amor destruye a tu familia, acabará muriendo. Será una larga y lenta agonía por el dolor, la culpa y el remordimiento.
-¡Tonterías!
+ Es la verdad, hecha de contradicciones. Pero hay que aceptarla sonriendo, o si no la consideraría falsa, y nuestro amor no habría existido.
-No me dejes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario