Noviembre.

Prometiste que no te marcharías, que volverías, que no desaparecerías. ¿Y ahora dónde quedan todas aquellas promesas? ¿Dónde te escondes? Noviembre, ¿hace cuanto de aquel calvario? Te dejé marchar después de tanto amor. Detente amor.  No sé, que es de la vida. No sé, que es de ti ni de tu pelo rizado. No sé, no se ni quien soy.  Desde el día en que te fuiste,  se que nada puede ser igual. Pensaba que sería mejor, sería mejor estar sin ti. Pero no creí que aparecerías con tus falsas esperanzas, con tu intranquilidad. Quédate dónde estas, no vuelvas. No sé si algún día nos encontraremos. Tengo miedo de visualizar espejismos  y sobretodo de que no lo sean. Tengo miedo el no reconocerte, y tengo miedo no saber si todo irá bien, si cambiará a mejor o simplemente si podré estar bien. No tengo valor de no reconocerme a mi misma, de no saber como seré mañana. Tengo miedo de ser como un día y el resto de su vida fue él, Noviembre.