Desayuno con diamantes.

Cuantas veces habremos escrito esos “te quiero”, cuantos “te amo” y cuantas decepciones una tras otra. Esto lo menciono para que cuando te diga te quiero, lo digo con todo mi corazón, no sabes cuanto. Que sé con toda certeza que te he querido siempre y que día tras día tengo miedo de despertar y descubrir que es un sueño. Porque tú eres quien llena mis días, plagados de sonrisas o simplemente ver como brillan tus ojos, como se mueve tu pelo o ver como se detiene el tiempo cuando estoy contigo. Que no soporto estar un día sin verte, o sin hablarte. Hace un tiempo pensaba que nunca llegarías, si piadoso amor que me atormenta, pero ahora tras una larga historia de corazones rotos y historias conmovedoras, has llegado tú. Con tu olor dulce, con tus besos, con tu alegría, incluso con tu tristeza. Desde siempre y para siempre ¿recuerdas? Porque tu me quieres por quien soy, como las estrellas pertenecen a la Luna. Porque cuando te miro no veo a nadie más, solo a ti. Y cada día sueño con tenerte a mi lado y abrazarte hasta que no me queden fuerzas para soltarte.