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Historias ridículas son las que marcan tu vida, las que te hacen sonreír, la que recuerdas para siempre. Estas son las historias felices, las que cuando las cuentas haces reír al mundo y eso es bueno, es perfecto. Dicen que reír alarga la vida y es cierto, cuando te ríes todo el mundo se detiene, te mira, se ríe contigo. Porque eres increíble, deseas que siempre sea tu vida así y tienes razón, esos momentos no los cambiaría por nada. Reír y reír es mi meta. Mi meta es ser feliz para siempre.