Marilyn Monroe.

Marilyn Monroe era una leyenda. El transcurso de su vida creó un mito de cómo una niña pobre, con unos comienzos durísimos, puede llegar a obtener para el mundo entero, se convirtió en un símbolo de eterna feminidad. Pero yo no tengo palabras para describir el mito y la leyenda, y creo que ella tampoco lo hubiera querido. Yo no conocí a Marilyn Monroe, ni ella tampoco. Nosotros los que estamos reunidos aquí hoy , conocimos solamente a Marilyn, un ser humano cálido, impulsivo, tímido, solitario, sensible y  con miedo de ser rechazado y aun siempre ansiosa en vida y esforzando para alcanzar lo mas alto. Yo no cambiaré el recuerdo que tienen de ella, la privacidad que ella buscaba y atesoraba, en tratar describirla ustedes que la conocen, a ustedes quien la conocieron. Para nosotros, su recuerdo, permanecerá vivo en el corazón. Y no será solamente una imagen en la pantalla o una personalidad glamourosa. Para nosotros Marilyn era una amiga leal incondicional o una colega buscando permanentemente alcanzar la perfección. Nosotros compartíamos su pena, sus dificultades y algunas de sus alegrías. Ella era un miembro de nuestra familia. Es difícil aceptar el hecho de que su entusiasmo por la vida haya terminado en este espantoso accidente. A pesar de los triunfos y la  brillantez que ella había obtenido en la pantalla tenía planes para el futuro. Estaba ansiosa por participar en muchas cosas emocionantes que había planeado. En sus ojos y en su mente, su carrera acababa de empezar. La ilusión de su talento, que había alimentado desde niña, no era un espejismo. Cuando vino a mí al principio, yo estaba asombrado de la personalidad sensitiva que poseía y la que había permanecido fresca e inalterable, luchando por expresarse ella misma a pesar la vida cual había estado sometida. Otras actrices fueron  físicamente hermosas como ella lo era, pero obviamente había algo más en ella, algo que la gente vio y reconoció en sus actuaciones y que se identificaron con ella. Ella brillaba con luz propia, una combinación de deseo, de resplandor, anhelo de ser diferente pero a su vez te hacia sentir que todos quisieran ser parte de ella para compartir la manera de niña inocente que era pero a su vez vibrantes. Esta casualidad era aun más evidente cuando estaba en el escenario. Yo verdaderamente lamento que ustedes, y el público que la quiso no tuvo la oportunidad de verla como nosotros la vimos en muchos de los papeles que simbolizan en lo que ella pudo haberse convertido. Sin duda alguna, ella hubiera sido una de las mas verdaderas y grandes actrices del escenario. Ahora todo ha terminado. Tengo esperanzas de que su muerte pueda iniciar a entender a la mujer y a la actriz sensible que dio alegría y placer al mundo. No puedo decir adiós a Marilyn, nunca le gustaba decir adiós. Pero adoptando su particular manera de cambiar las cosas que le rodeaban para así poder enfrentarse a la realidad, diré “hasta la vista”  Porque todos visitaremos algún día el país hacia donde ella ha partido.